Yadira Vargas Horta: “Estoy construyendo mi propio camino y es algo que me hace muy feliz”

Foto por Shanaya Herrera

Yadira habla pausado, con rica sonoridad de un son cubano y la pasión de una mujer que apuesta por su tierra. Esta emprendedora oriunda de Nueva Paz, y residente de La Habana, siente una pasión especial por la preservación y exaltación de las raíces afrocubanas, lo que plasma en su proyecto Rizo Libre y también en su más reciente libro “Historias de afroestima: mi cabello rizado”.

Acompáñanos a conocer más sobre ella a continuación.


Tesón Magazine: ¿Cómo podrías describir a Yadira Vargas en 3 palabras?

Yadira Vargas Horta: Creativa, empática y disciplinada.


TM: Cuéntanos brevemente sobre ti. ¿Dónde creciste? ¿Qué estudiaste?

Yadira Vargas Horta: Bueno, pues, crecí en un pueblo llamado Nueva Paz, donde viví hasta los 17 años. Luego me mudé a la ciudad de La Habana. Estudié licenciatura en Historia y justo cuando me gradué, en mis prácticas laborales, dije que no quería historiar, que lo que quería era trabajar con el patrimonio cultural. Definitivamente la preservación de la memoria me apasiona muchísimo.


TM: ¿Cómo nació la idea de crear Rizo Libre?

Yadira Vargas Horta: Para crear Rizo Libre confluyeron muchos factores. Uno fue una decepción muy grande en el ámbito laboral. Sentí que cinco años de mi trabajo investigativo habían sido robados y que me habían invisibilizado de un trabajo importante que desarrollaba para una institución. Y bueno, decidí despegarme de todo eso. 

Justo llegó la pandemia, con la maternidad, la creatividad fue algo que me sorprendió. Desde el punto de vista de las artes manuales pude hacer muchísimas cosas para las niñas. 

Y la otra fue mi madre, mi necesidad de ponerla hermosa y de que se sintiera a gusto con su cabello. Yo ya llevaba ocho años con el cabello natural, pero mi mamá recién había pasado su transición y yo quería acompañarla en ese proceso. Ella fue la primera persona que le dije de este proyecto que quería desarrollar y sus palabras fueron: “te apoyo, ¿qué necesitas?”.

A partir de ahí, acopiamos todo el material para trabajar. Y fue así. Una idea pasó a acción. Mi hija tenía solo dos meses de nacida cuando decidí comenzar Rizo Libre. 

Foto por Shanaya Herrera

TM: Escribiste el libro “Historias de afroestima: mi cabello rizado”, cuéntanos qué van a encontrar las personas en este libro.

Yadira Vargas Horta: Bueno, lo que van a encontrar son respuestas y soluciones a preguntas que se realizan sobre su cabello constantemente. Especialmente las personas que no conocen sobre su cabello.

El libro está principalmente enfocado en el mundo infantil, porque el personaje que se pregunta y que encuentra los conflictos es una niña, pero también es un viaje al pasado de los adultos. 

“Historias de afroestima: mi cabello rizado” es un libro para leer en familia, para encontrar esas distintas experiencias generacionales y llegar a un concilio, un momento de amor y aceptación de su propia naturaleza afro-rizada.


TM: Explícanos el término “afroestima” y cómo llegaste a él…

Yadira Vargas Horta: Bueno, es algo muy cómico, porque yo creí que había inventado el término de “afroestima”. Primero lo concebí en mi mente, porque quería diseñar un taller para adultos que no sólo se refiriera a definición del cabello, sino que tuviera que ver con su salud emocional. 

Y entonces dije: “bueno, creo que a ‘afroestima’ combina”. Entonces, después que tenía la palabra, la googlé y encontré que había muchas experiencias, grupos de Facebook que así se nombraban. Y entonces fue un término que usé en dos talleres y el segundo taller que se tituló así, “Afroestima 2”, el evento más grande que ha tenido Rizo Libre

Y en los vídeos de feedback sobre ese taller, yo vi que el término afroestima era polisémico. Cada cual le daba una interpretación extremadamente valiosa y pensé “este término se tiene que quedar conmigo para futuras creaciones”, y dije que si hacía un libro debía dejar ese término. 

Foto por Shanaya Herrera

TM: ¿Cómo fue la concepción del libro? ¿Qué te llevó a escribirlo?

Yadira Vargas Horta: Cuando concebí el libro, dije “voy a hacer historias”. Y ahí voy a otra parte de los talleres: desarrollé igual una labor muy intensa con el universo infantil a la hora de buscar fuentes para llevarles a ella distintos medios.

Dije: “bueno, no hay literatura cubana que les explique desde su realidad como niños cubanos afrodescendientes”. Acá, por ejemplo, el tema de la cosmética artesanal está saldando una deuda que nosotros no tenemos con el tema de los productos para el cabello. Es decir, que tenemos una realidad totalmente diferente que había que llevar a la literatura para que ellos se vieran reflejados.

Dije: “voy a sentarme a escribir de a poco con calma estas historias, pero no quiero solo apelar a las emociones y a las afirmaciones positivas del cabello. Necesito agregarles también información valiosa, comprobable y verificable que les permita entender esas dudas que tienen”. Y, bueno, así empezó el seriado de “Historias de afroestima”. Este es el primer libro y ya estoy empezando mis investigaciones para el segundo.

Foto por Shanaya Herrera

TM: ¿Cuáles han sido tus retos más grandes que has tenido como emprendedora?

Yadira Vargas Horta: Bueno, uno de los retos más grandes fue diseñar este nuevo estilo de vida que iba a llevar al desprenderme de mi trabajo estatal. Dejar lo “seguro” para empezar a crear tu propio camino, tomando en cuenta que tu seguridad familiar también debe estar garantizada es complejo. 

Diseñar este estilo de vida y a su vez no ser entendido como un juego, en el que hoy vamos a jugar al emprendedor a ver qué tal sale, sino el compromiso de diseñarlo desde el principio, en condiciones que pueden ir en contra. 

Mi esposo tiene que trabajar el día entero, entonces me tocaba cuidar la función de cuidadora madre de dos niñas, y a su vez trabajar ofertando servicios de estilizados para el cabello, que requiere también un tiempo… ¡Eso fue un primer gran reto!

Y luego que se expandió la visión de Rizo Libre como un proyecto de acción educativa y cultural, y entendí que el camino de la educación también es lento, que requiere mucho esfuerzo, que requiere mucho estudio y tiempo.

En cuanto al reto de escribir el libro… Escribir es algo que es muy natural para mí, es una necesidad para mí, siempre lo fue, desde chiquitica me gusta escribir. Pero el proceso se complejiza cuando no encuentras en tu país las posibilidades editoriales para poder presentar un proyecto al menos que sea valorado, porque por las propias dificultades económicas que tiene Cuba.

Entonces hacer un libro desde Cuba, montarle toda la parte teórica, buscar medios como Amazon para que sea publicado es un desafío. O sea, es depender de otra persona que tenga ese libro, que te diga los tiempos para que te lo manden y tú lo vuelvas a revisar. 

Esa dependencia sí fue todo un reto emocional, porque tenía que mantenerme equilibrada. Era algo que me ponía muy tensa, saber que se demoraba, que ya tenía fechas para presentarlos y a veces se iba un poco de las manos, pero ahí fuimos y se dio.

Foto por Mavel Valdés

TM:  ¿Y las satisfacciones?

Yadira Vargas Horta: Bueno, he encontrado mi sentido de vida. La verdad, es mi guía en Rizo Libre, porque si antes mi concepción de mi vocación lo pensaba siempre desde una institución estatal donde yo podía aportar ya eso cambió por completo, y es el lugar donde mis ideas corren, fluyen, las pienso, ejecuto, comparto, las perfecciono con una comunidad hermosa que me acompaña y esa satisfacción no tiene nombre para mí, de verdad. 

He podido involucrar a toda mi familia en este proceso, y eso es algo fantástico. Mi trabajo y mi familia no están disociados. Somos parte del mismo proceso. He podido conectar y sentirme parte de la construcción de la realidad de mi país. 

Yo creo, como creía Martí, en el mejoramiento humano, en la vida de futuro. Y yo decía “ ¿cómo hago mi aporte a ese mejoramiento humano?” Y, definitivamente, desde Rizo Libre lo he podido realizar en cada evento, en cada conversación y eso es una de las satisfacciones más grandes. 

Trabajar con los niños, con los adultos, ver cómo las personas sienten que tienen un impacto positivo en la vida. No estoy vendiendo una fórmula de felicidad, estamos construyendo todos un camino. Porque yo también estoy construyendo mi propio camino y es algo que me hace muy feliz.


TM: Envía un mensaje para todos los emprendedores afrolatinos.

Yadira Vargas Horta: Emprendedores, el saber está repartido en el mundo, no nos dejen con las ganas de saber tu don, ese don que puede cambiar nuestras vidas para bien. Confíen en ustedes y en su voz interior.

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